LA MANDARINA ES UN CÍTRICO MUY FRAGANTE, QUIZÁS INFRAUTILIZADO RESPECTO A OTROS MIEMBROS DE SU FAMILIA. EN ESTE CASO, ADEMÁS, SU FORMA Y MEDIDA ES IDEAL PARA JUGAR VISUALMENTE CON EL RESULTADO FINAL.
A nosotros nos gusta hacerla especialmente en verano, porque nos da una sensación refrescante que sorprende a la hora de comer pan. Te apetece mojarte haciendo esta receta?
Ingredientes
- 400 g de harina de fuerza
- 100 g de harina integral de trigo
- 30 g de azúcar moreno
- 10 g de sal
- 150 g de zumo de naranja
- 125 g de yogur de limón
- 75 g de leche
- 50-100 g de agua
- 100 g de mantequilla
- 20 g de levadura fresca de panadero
Ingredientes adicionales
- Colorantes alimentarios rojo y amarillo
- La piel de 3 mandarinas
- 100 g de naranja confitada (opcional)
Y ¿cómo se prepara esto?
1 Mezclamos todos los ingredientes base. Tras un breve amasado dejamos reposar durante 10 minutos.
2 Estiramos ligeramente la masa y le damos un plegado simple. De nuevo dejamos reposar durante 10 minutos. Dividimos la masa en dos porciones, una grande de 750 g y la otra de unos 250-300 g.
3 A la pieza grande, y con la ayuda de un plegado, le añadimos la fruta confitada y la piel de las mandarinas. A la pieza pequeña le añadimos poco a poco los dos colorantes hasta conseguir un tono naranja de mandarina homogéneo. Dejamos reposar hasta que doblen el volumen las dos piezas.
4 Cortamos la pieza grande en porciones de 150 g, la pequeña en porciones de 50 g. Boleamos las piezas y dejamos reposar 10 minutos. Estiramos la masa naranja con un rodillo y envolvemos las bolas de masa sin color. Colocamos en la bandeja de cocción con el cierre de la masa hacia abajo y esperamos a que doblen el volumen. Horneamos a 180ºC durante 15 minutos.
Me gusta lo originales que son estos panes, sorprenden a todo el mundo.
Gracias Rosa, nos encanta lo que hacemos y sorprender a la gente positivamente, todavía nos gusta más 🙂